Le tomo prestado el título a Jaume Sisa.
En cualquier momento podrían darse las circunstancias para que dejásemos de celebrar días de un santoral paralelo. Seria ese un mundo mas justo, donde realmente cada uno tuviese su sitio y el debido respeto.
Buscamos las diferencias para crear abismos, para sentirnos superiores, para mantenernos por encima de los otros, para imponer nuestra doctrina y nuestro criterio.
Hace mas de un siglo que se acordó celebrar el día internacional de la mujer, aunque la labor reivindicativa de la mujer, en muchas ocasiones en solitario, va unida a la propia historia de la humanidad.
En ese ultimo siglo las voces se han podido escuchar en todos los rincones del planeta, donde también parece que se sufre de una crónica sordera. El mensaje es claro, pero hay quienes no quieren entenderlo.
Se celebra el día con reconocimientos y actos públicos, resaltando la labor diaria de muchas mujeres, y mas nos valdría dejarnos de festejos y alharacas y medir a cada individuo por su valía, su humanidad, su conocimiento o su bondad.
En el último siglo, esta revolución soterrada ha cambiado en parte los roles de hombres y mujeres. A regañadientes para los primeros que han visto como la supremacía del macho dominante se veía avasallada por el ímpetu y el empuje de las féminas. Este cambio de roles ha descolocado a la sociedad en su conjunto, y ahí andamos buscando el modo de acomodar la situación para que todos podamos tener nuestro sitio.
La mujer, como el hombre ; en suma el individuo tiene sus sueños, y ni las tradiciones, ni la inercia, o cualquier otra cortapisa, deben coartar sus legítimas aspiraciones, su desarrollo personal, su ideas o aptitudes.
Sueño con ese día, con el día en que dejamos de conmemorar esta efemérides.
Mc Better 